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¿Cómo puedo domesticar a mi pájaro?

Está claro que la respuesta a ¿Cómo puedo domesticar a mi pájaro? y ¿Cómo enseñarle a hablar? va a tener más o menos grado de dificultad dependiendo de si el pájaro es criado manualmente o no.

En el caso de que el pájaro no haya sido criado manualmente y, por tanto, no sea manso, el tiempo de aprendizaje dependerá de si ha sido criado por una persona especializada o cazado en estado salvaje.

En el caso de que te hayas decidido a la cría manual y dispongas de un pájaro papillero, opta por una papilla de calidad que cubra todos los nutrientes que en estado salvaje su madre le proporcionaría. Algunas opciones son:

Para más información acerca de la gama Psittacus de cría consulte la web del fabricante aquí.

¿Cuánto voy a tardar en domesticarlo?

Aunque suene algo desconsolador, la respuesta a esta pregunta es: PACIENCIA. El uso de técnicas es obligado y la aptitud del animal influirá en el tiempo en conseguirlo.

Comodidad

Busca la comodidad para ti y para tu pájaro cuando vayas a emplear tiempo en enseñarlo. La jaula siempre en un sitio seguro, donde no pueda haber ningún contratiempo que lo asuste. Esto tiraría por la borda el tiempo empleado. Cómodo para usted. Intente que la jaula quede a la altura de su cara frente a la jaula y evite posturas forzadas que le hagan inclinarse sobre ella, sobre todo en la parte superior. Con este gesto muchas aves se sentirán amenazadas y no servirá de nada el tiempo de ensayo.

Premios, el mejor atractivo

Como para la gran mayoría de animales, los pájaros solo se conseguirán relajar y obedecer mediante el atrayente de comida. Éstas deben ser golosinas o snacks que les resulten deliciosas y así, la mente actuará por sí sola. El poder del snack hará que se vea «forzado» a hacer algo que hasta ahora le asustaba, y entonces, se dará cuenta si no existen contratiempos, que consigue el premio sin ningún trauma a cambio.

Dado que lo que queremos es que sea manso con nosotros, le hablaremos en un tono dulce y agradable mientras le ofrecemos la comida. Repita su nombre de forma continua, por ejemplo, o repítale frases parecidas de forma que asocie el contenido y el tono de lo que decimos a nosotros.

Se recomienda que se inicie el proceso sin sacarlo de la jaula. Sin obligarlo a nada, lo intentaremos varias veces al día.

La comida en la mano. Caricias.

Conforme pase el tiempo (más o menos dependiendo del tipo de pájaro y de como haya sido criado) éste al final comerá de su mano. Sigue practicando y cuando lo vea seguro, intenta acariciarlo sin asustarlo. Empieza por el pecho, no se sentirá tan amenazado. Si progresa, entonces incluso podrá tocarle la cabeza.

Recuerda acariciarlo sin movimientos bruscos ni ruidos en exceso, ya que peligra el trabajo realizado hasta el momento.

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Una vez llegados hasta aquí, es el momento de que el pájaro se pose por sí mismo en tu mano. Para ello, y usando como siempre una golosina, colocaremos la mano a la altura de las patas del pájaro. Con la otra mano sostenemos una golosina que pondremos más alejada, de forma que se vea obligado a usar una de nuestras manos como pasarela para conseguir la comida.

Salir de la jaula

Cuando ya seamos capaces de alimentarlo sobre nuestra mano dentro de la jaula entonces podemos intentar sacarlo fuera. Lo ideal sería sacarlo posado en nuestra mano, una vez esté relajado. Hablándole continuamente y premiándolo.

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Aprender a hablar

A menudo pensamos que para que un pájaro hable debe ser domesticado, sin embargo no es imprescindible. Es cierto que, un pájaro domesticado ha aprendido a relajarse y por tanto, está más receptivo al habla. Además, durante el proceso de adiestramiento hemos estado intentando repetirle siempre el mismo vocabulario, terreno ganado.

No hay más ciencia, la repetición es lo que les anima a imitar. Unas especies lo harán antes, otras lo harán después. Es común oír a pájaros que repiten ladridos de perros, sonidos de timbres, alarmas, música… sonidos repetitivos que les ayudan a memorizarlos.

Si el sonido repetitivo se produce siempre en las mismas circunstancias, al final, el pájaro conseguirá realizar asociaciones.

Como comentábamos al principio del vlog, se trata de un ejercicio de paciencia en el que va a influir la aptitud del pájaro. Existen especies en los que por mucho empeño que pongamos no conseguiremos más de un par de palabras.

Cotorras, cacatúas, periquitos, guacamayos, perico monje, loro gris, agapornis… son capaces de hablar si se les enseña.